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<body class='hmmessage'><div dir='ltr'><div><font color="#141823" size="3" face="helvetica"><b>HOY, 17.30H, EMBAJADA DE VENEZUELA EN MEXICO</b></font></div><font color="#141823" size="3" face="helvetica"><b><div><font color="#141823" size="3" face="helvetica"><b><i><br></i></b></font></div><div><font color="#141823" size="3" face="helvetica"><b><i>---------------------------------------------</i></b></font></div><i>REUNION ESPECIAL AMPLIADA DE LA
COORDINADORA MEXICANA DE SOLIDARIDAD </i><br><i>CON VENEZUELA</i><br><br><i>tema: los
resultados electorales en Venezuela, perspectivas de la </i><i>Revolución
Bolivariana y las tareas de la solidaridad</i><br><br><i>Jueves, 10 de diciembre,
18h</i><br><br><i>Calle de Zarco #115 (a unos pasos de la estación Guerrero de la línea </i><i>3 del Metro y de la línea Buenavista-Ciudad Azteca y a una cuadra de </i><i>la
Estación Guerrero del Metrobus).</i></b></font><div><font color="#141823" size="3" face="helvetica"><b><i><br></i></b></font></div><div><font color="#141823" size="3" face="helvetica"><b><i>-------------------------</i></b></font></div><div><font color="#141823" size="3" face="helvetica"><b><i><br></i></b></font></div><div><font size="3"><div>Venezuela: La trampa</div><div><br></div><div>Atilio Boron</div><div><br></div><div>ALAI AMLATINA, 07/12/2015.- Las elecciones parlamentarias en </div><div>Venezuela arrojan varias enseñanzas que creo necesario subrayar. En </div><div>primer lugar que, contrariamente a todas las predicciones de los </div><div>lenguaraces de la derecha, el comicio se realizó, al igual que todos </div><div>los anteriores, de una manera impecable.</div><div><br></div><div>No hubo denuncias de ningún tipo, salvo el exabrupto de tres ex </div><div>presidentes latinoamericanos, que a las cuatro de la tarde (dos horas </div><div>antes de la conclusión del acto electoral) ya anunciaban al ganador de </div><div>la contienda. Fuera de esto, la “dictadura chavista” volvió a </div><div>demostrar una transparencia y honestidad del acto electoral que más </div><div>quisieran tener muchos países dentro y fuera de América Latina, </div><div>comenzando por Estados Unidos.</div><div><br></div><div>El reconocimiento hecho por el presidente Nicolás Maduro ni bien se </div><div>dieron a conocer los resultados oficiales contrasta favorablemente con </div><div>la actitud de la oposición, que en el pasado se empecinó en desconocer </div><div>el veredicto de las urnas. Lo mismo cabe decir de Washington, que al </div><div>día de hoy no reconoce el triunfo de Maduro en las presidenciales del </div><div>2013. Unos son demócratas de verdad, los otros grandes simuladores.</div><div><br></div><div>Segundo, resaltar lo importante de que luego de casi 17 años de </div><div>gobiernos chavistas y en medio de las durísimas condiciones </div><div>prevalecientes en Venezuela, el oficialismo siga contando con la </div><div>adhesión del cuarenta por ciento del electorado en una elección parlamentaria.</div><div><br></div><div>Tercero, el resultado desplaza a la oposición de su postura facilista </div><div>y de su frenético denuncialismo porque ahora, al contar con una </div><div>holgada mayoría parlamentaria, tendrá corresponsabilidades en la </div><div>gestión de la cosa pública. Ya no será sólo el gobierno el responsable </div><div>de las dificultades que agobian a la ciudadanía. Esa responsabilidad </div><div>será de ahora en más compartida.</div><div><br></div><div>Cuarto y último, una reflexión más de fondo. ¿Hasta qué punto se </div><div>pueden organizar “elecciones libres” en las condiciones existentes en </div><div>Venezuela? En el Reino Unido debían celebrarse elecciones generales en </div><div>1940. Pero el estallido de la Segunda Guerra Mundial obligó a </div><div>postergarlas hasta 1945. El argumento utilizado fue que el desquicio </div><div>ocasionado por la guerra impedía que el electorado pudiera ejercer su </div><div>libertad de manera consciente y responsable. Los continuos ataques de </div><div>los alemanes y las enormes dificultades de la vida cotidiana, entre </div><div>ellos el de la obtención de los elementos indispensables para la </div><div>misma, afectaban de tal manera a la ciudadanía que impedían que esta </div><div>ejerciera sus derechos en pleno goce de la libertad.</div><div><br></div><div> ¿Fueron muy distintas las condiciones bajo las cuales se llevaron a </div><div>cabo las elecciones en Venezuela? No del todo. Hubo importantes </div><div>similitudes. La Casa Blanca había declarado en Marzo que Venezuela era </div><div>“una inusual y extraordinaria amenaza a la seguridad nacional y a la </div><div>política exterior de Estados Unidos”, lo que equivalía a una </div><div>declaración de guerra contra esa nación sudamericana.</div><div><br></div><div>Por otra parte, desde hacía muchos años Washington había destinado </div><div>ingentes recursos financieros para “empoderar la sociedad civil” en </div><div>Venezuela y ayudar a la formación de nuevos liderazgos políticos, </div><div>eufemismos que pretendían ocultar los planes injerencistas de la </div><div>potencia hegemónica y sus afanes por derrocar al gobierno del </div><div>presidente Maduro.</div><div><br></div><div>La pertinaz guerra económica lanzada por el imperio así como su </div><div>incesante campaña diplomática y mediática acabaron por erosionar la </div><div>lealtad de las bases sociales del chavismo, agotada y también </div><div>enfurecida por años de desabastecimiento planificado, alza </div><div>incontenible de los precios y auge de la inseguridad ciudadana.</div><div><br></div><div>Bajo estas condiciones, a las cuales sin duda hay que agregar los </div><div>gruesos errores en la gestión macroeconómica del oficialismo y los </div><div>estragos producidos por la corrupción, nunca combatida seriamente por </div><div>el gobierno, era obvio que la elección del domingo pasado tenía que </div><div>terminar como terminó.</div><div><br></div><div>Desgraciadamente, el “orden mundial” heredado de la Segunda Guerra </div><div>Mundial, que un documento reciente de Washington reconoce que “ha </div><div>servido muy bien” a los intereses de Estados Unidos, no ha sido </div><div>igualmente útil para proteger a los países de la periferia de la </div><div>prepotencia imperial, de su descarado intervencionismo y de sus </div><div>siniestros proyectos autoritarios.</div><div><br></div><div>Venezuela ha sido la última víctima de esa escandalosa inmoralidad del </div><div>“orden mundial” actual que asiste impertérrito a una agresión no </div><div>convencional sobre un tercer país con el propósito de derrocar a un </div><div>gobierno satanizado como enemigo.</div><div><br></div><div>Si esto sigue siendo aceptado por la comunidad internacional y sus </div><div>órganos de gobernanza global, ¿qué país podrá garantizar para sus </div><div>ciudadanos “elecciones libres”? Por algo en los años setenta del siglo </div><div>pasado los países del capitalismo avanzado bloquearon una iniciativa </div><div>planteada en el seno de la ONU que pretendía definir la “agresión </div><div>internacional” como algo que fuese más allá de la intervención armada.</div><div><br></div><div>Leyendo la reciente experiencia del Chile de Allende algunos países </div><div>intentaron promover una definición que incluyese también la guerra </div><div>económica y mediática como la que se descargó sobre la Venezuela </div><div>bolivariana, y fueron derrotados.</div><div><br></div><div>Es hora de revisar ese asunto, si queremos que la maltrecha </div><div>democracia, arrasada hace unas semanas en Grecia y este domingo pasado </div><div>en Venezuela, sobreviva a la contraofensiva del imperio. Si esa </div><div>práctica no puede ser removida del sistema internacional, si se sigue </div><div>consintiendo que un país poderoso intervenga desvergonzada e </div><div>impunemente sobre otro, las elecciones serán una trampa que sólo </div><div>servirán para legitimar los proyectos reaccionarios de Estados Unidos </div><div>y sus lugartenientes regionales. Y pudiera ocurrir que mucha gente </div><div>comience a pensar que tal vez otras vías de acceso al -y mantenimiento </div><div>del- poder puedan ser más efectivas y confiables que las elecciones.</div><div><br></div><div>- Dr. Atilio A. Boron es Investigador Superior del Conicet, </div><div>investigador del IEALC, Instituto de Estudios de América Latina y el </div><div>Caribe de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. </div><div>Director del PLED, Programa Latinoamericano de Educación a Distancia </div><div>en Ciencias Sociales del Centro Cultural de la Cooperación "Floreal Gorini" </div><div><br></div></font></div> </div></body>
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